El conocido director de anime Hideaki Anno comentaba en una reciente entrevista con la agencia rusa de noticias RIA Novosti su creciente preocupación por el estado actual de la animación japonesa. En la entrevista afirma que el anime “está perdiendo su chispa“, y que teme por el futuro de la industria en Japón. Eso sí, cree que tras su desplome completo llegaría un nuevo resurgir, pero no está convencido de que los consumidores estén dispuestos a esperarlo.

En su opinión, la industria del anime en Japón podría llegar a su final en apenas cinco años, aunque supone que el declive podría alargarse hasta unos veinte años. Como causas principales menciona las cada vez más acusadas falta de financiación y recursos humanos, pues cada vez hay menos animadores en Japón.

Anno sin embargo no cree que esto signifique el fin del anime, simplemente que supondría un cambio en las condiciones existentes actualmente en la industria y que llevaron en su momento a la creación de proyectos muy interesantes. Para el director, este “cataclismo” de la industria japonesa marcaría el fin del dominio japonés sobre el género, desplazándose su producción a otros países de Asia que están en auge y que producirían cada vez más obras para su audiencia autóctona. Anno pone como ejemplo a Taiwán, el cual considera que en unos cinco años podría ser el sustituto de Japón, ya que en un viaje reciente pudo comprobar en persona la pasión y energía de los animadores del lugar. Sin embargo, en el caso de Japón la industria dice que funciona “por inercia”.

Pese a su negatividad, Anno cree que la animación en Japón debe ser más flexible a la hora de adaptarse a nuevos métodos, como la animación creada mediante ordenador, para encontrar nuevas formas de crear anime interesante en nuevos entornos, y es que, desde su punto de vista, el modelo de negocio actual que se mantiene en el país no es sostenible.